Agroecologia alternativa para la produccion de alimentos Sanos.

Quito, 23 de abril del 2008
BOLETÍN DE PRENSA

AGROECOLOGÍA ALTERNATIVA PARA LA PRODUCCION DE ALIMENTOS SANOS

Con la recomendación de que "la agroecología es el único modelo para producir alimentos de alta calidad, respetando los ecosistemas y reconociendo los conocimientos de los campesinos, indígenas y agricultores familiares", concluyó la conferencia espacial para la Soberanía Alimentaria, por los Derechos de la Vida, que se realizó en Brasilia, con la participación de representantes de 20 países.

A este cónclave internacional asistió, Diógenes Lucio, dirigente de Asuntos Jurídicos de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, FENOCIN, quien señaló que la soberanía alimentaria es un principio, un derecho y un legado de las mujeres rurales, de los campesinos, de los trabajadores rurales, de los pueblos indígenas y pescadores, para la construcción de un mundo, de una nueva sociedad y la forma de producir y mantener los alimentos y los sistemas alimentarios.

Indicó que en la conferencia se recomendó trabajar por la recuperación de la autonomía y la soberanía alimentaria, cultural y política para los pueblos, para lo cual se requiere de políticas y programas que fomenten la producción de la agricultura campesina, familiar e indígena; además de la pesca artesanal como garantía para acceder a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes y como un aporte económico fundamental en el sostenimiento de las sociedades actuales.

Es necesario que los gobiernos de la región implemente el marco jurídico necesario que garantice el derecho humano a una alimentación adecuada; a la vez instaron a la FAO para que establezca consensos entre los gobiernos y la sociedad civil para la construcción de leyes de soberanía alimentaria. En este campo. La FENOCIN, está impulsando su propuesta de soberanía alimentaria que fue presentada a la Asamblea Nacional Constituyente.

Una de las resoluciones adoptadas en la Conferencia Especial por la soberanía alimentaria, fue rechazar la generación, desarrollo y uso de agrocombustibles y toda la generación de energía a través de la biomasa. El desarrollo y uso de estos agrocombustibles no cambia, sino que se perpetúa el modelo de producción y consumo de la civilización moderna, urbana e industrial. Pidieron que se apruebe la moratoria sobre agrocumbustibles, emitido por el Relator de las Naciones Unidas. Igualmente cuestionaron el uso de plaguicidas que son utilizados sistemáticamente en los cultivos tradicionales.

Finalmente demandaron a los gobiernos representados en la Trigésima Conferencia Regional de la FAO, a acabar con la producción de agrocombustibles, que los gobiernos declaren una moratoria internacional sobre todos los incentivos para la producción y el comercio de los agrocombustibles.