jueves, 24 de abril de 2008

Cita secreta de mafiosos

PATRICIO MONTESINOS
Un encuentro secreto entre mafiosos y terroristas anticubanos acaba de celebrarse en España encabezado por Caleb McCarry, procónsul designado por Washington para materializar el denominado Plan Bush contra la Isla caribeña.

McCarry, el equivalente a aquel administrador de la ocupación estadounidense en Iraq, Paul Bremen, visitó Madrid de manera casi clandestina, y se reunió en la embajada de Estados Unidos con connotados terroristas y agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

La cita con sujetos de la talla del plumífero Carlos Alberto Montaner y Leopoldo Fernández Pujals, tuvo como propósito, según una noticia publicada en el derechista periódico ABC bajo el título "diplomacia discreta", "no impartir doctrina, sino escuchar a sus interlocutores".

El encuentro, siempre de acuerdo con ABC, fue organizado por el embajador norteamericano en España, Eduardo Aguirre, conocido por sus estrechos vínculos de amistad con el desprestigiado jefe del régimen norteamericano, George W. Bush, y sus continuas intromisiones en los asuntos internos de este país europeo.

El procónsul norteamericano llegó a Madrid camuflado, como parte de una gira secreta por el llamado Viejo Continente, que ha incluido varios países, dirigida a intentar obligar a la Unión Europea (UE) a conservar una postura hostil hacia Cuba.

Su periplo injerencista europeo ocurre en momentos en que existe un acercamiento favorable de la UE hacia Cuba, y Washington ve en peligro que el denominado Grupo de los 27 elimine de una vez sanciones aplicadas a la Mayor de las Antillas, y que en estos momentos se encuentran suspendidas.

Precisamente, en junio venidero, la UE deberá revisar esas injustas medidas impuestas a Cuba, que desde su implantación en el 2003, pusieron en tela de juicio la postura independiente de los 27 con respecto a la Isla.

Para sorpresa de analistas y medios periodísticos en Madrid, McCarry fue recibido además en España por el director general de Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Javier Sandomingo, quien, según el propio diario, es "su interlocutor habitual".

La administración Bush no ha cesado en su empeño de que la UE mantenga las sanciones contra Cuba, y para ese propósito ha utilizado todo tipo de presiones.

Igual hizo Washington hace casi un año, luego de una favorable visita oficial a La Habana del canciller español, Miguel Ángel Moratinos.

Entonces varios funcionarios de la Casa Blanca fueron enviados con urgencia a Europa con tal objetivo, entre ellos el mismísimo McCarry.

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